Noches cálidas de estío
en La Zubia resplandecen
la luna brilla con aura,
ese que todo lo envuelve.
Reluce clara y serena
como un espejo en la nieve
como los ojos moriscos
de una belleza Zubiense.
como los ojos moriscos
de una belleza Zubiense.
Noches que traen aire tibio,
aire, que casi enloquece
mirando los blancos jardines
que en las huertas emblanquecen.
Y el agua del riachuelo
que deja ese sonsonete
resuena como un suspiro
que por las venas se siente.
Y esos dos enamorados
que su amor se juran peremne
rebosan pasión y deseo
besándose languidamente.
Noches cálidas y tersas,
noches que funden quereres,
noches que en La Zubia se ahogan
entre bellos rincones celestes.
J.C.LLamas.
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