Dejadme
morir aquí,
en mi Zubia
tan amada
esa que
llevo dentro,
esa que me extasía
el alma.
Dejad que
mi cuerpo repose
en esta
tierra de estampa
donde pueda
descansar
mirando la
luna de plata.
Que me
dejen aquí dormido
que dejen
volar mi aura
entre
laureles apasionados
y bellas
reinas cristianas.
Cuando yo
entorne los ojos
y el céfiro
me lleve en sus sábanas
mis
lágrimas como cuchillos
rasgarán la
tierra mojada.
Me está
ahogando esta pasión
tan
profunda y desbocada
que no me
deja respirar
y me oprime toda el alma.
Siento las campanas tañendo
en la iglesia tan cercana
se llevan mis sentimientos
por es humilde ventana.
Dejádme morir aquí
morir tranquilo en mi cama
respirando el aire cálido
de mi Zubia enamorada.
J.C. LLamas.
hermoso!
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