Los niños siempre sonríen
con risa clara y sincera
sus corazones son limpios
como la lluvia tibia y serena.
Cuando los veo en el parque
saltando sobre la tierra
mi corazón se hace chico
recordando mi infancia tierna.
Son como pájaros libres
son como liebres ligeras
son caballos alocados
son peces en agua fresca.
Los ves saliendo del cole
con sus mochilas y carteras
sus gritos que tocan el aire
vuelan como cometas.
Sus profes salen después
agradeciendo la sirena
¡qué grandes estos maestros!
que estas pequeñas almas moldean.
¡Qué grandeza la de ser niño
inocente y sin pereza
con alma cálida y pura
rebosante de nobleza.
Si ellos pudieran mandar
sobre la faz de la tierra
los hombres serían felices
llenos de gozo y sin tristezas.
J.C.Llamas.
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