Madre, ¿qué siento,
que me oprime el alma,
que me ahoga la vida
pero me llena de esperanza?
Es una pena muy grande
que me inunda de lágrimas
y me hace suspirar
en los clamores del alba.
Y el rocío frio y húmedo
ese que deja la mañana
me acongoja toda la piel
y la deja despellejada.
Es un dolor en el pecho,
un dolor que deja marca,
un cauchil de tibia sangre
que por mis venas resvala.
Madre, dime, ¿qué me pasa?
que cuando cierro los ojos
y me lleno de esperanza
mi corazón se hace etéreo
buscando la luna de plata.
Y mis manos temblorosas
con mis ojos encontradas
acarician la suave brisa
que desprenden mis palabras.
Hijo, yo sé lo que te pasa,
que una madre es, como una almohada
que sabe todos los secretos
traspasandote hasta el alma.
Esa pena que te ahoga
y que tu corazón embarga
es el amor que te ha llegado
de noche, o de madrugada.
Esa pasión que te llena,
ese deseo que te desgarra
es el anhelo de todo hombre
buscando a su enamorada.
Esa pasión que te llena,
ese deseo que te desgarra
es el anhelo de todo hombre
buscando a su enamorada.
Y pasarán muchos años
y sentirás que sigo apenada
por que esta noche yo te perdí
y te llevó una rosa perfumada.
J.C.LLamas.